A una semana de que se cumpla un mes del cobarde feminicidio de la estudiante María de los Ángeles Espinosa Gómez, quien al momento de ser violada y privada de la vida contaba con 18 años de edad y su cuerpo fue abandonado en una milpa, sin que hasta el momento, se tenga una sola pista que lleve al esclarecimiento de este horrendo crimen; un nuevo asesinato sacudió a los habitantes de este municipio enclavado en la Sierra Totonaca, que se encuentra bajo el resguardo de la Policía Estatal bajo la figura del “Mando Único”.
Otro crimen más se dio al ser brutalmente atacado con arma blanca (navaja), el joven José Ticante Morales, alias “el Ticante”, de 19 años de edad, cuyo cuerpo fue abandonado en el cementerio municipal.
El cuerpo del joven mostraba visibles huellas de tortura, lo que conmocionó a la población, el cadáver fue localizado en las primeras horas de la mañana del domingo, tirado boca abajo, a un costado de la tumba de Emilio Salazar Mora, quien fuera asesinado el pasado 19 de marzo, junto con seis policías municipales y dos civiles.
Se sabe que el occiso, José Ticante Morales, era trabajador de Emilio Salazar Toral, padre del finado Emilio Salazar Mora y se desconoce los motivos por los que fue privado de la vida en forma tan despiadada.
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