Tlapacoyan, Ver.- Tras una ardua vida literaria, Sergio Pitol se distinguió
por su obra narrativa y ensayística que es muy extensa, pero
sobre todo es original, única, onírica y universal, por lo que fue recordado en
el municipio de Tlapacoyan donde se congrego un importante número de personas
que gusta den de la obra literaria.
En este importante homenaje fue destacada su
obra, señalando los oradores “Nos llenó de voces literarias que trajo de sus 28 años de
destierro como miembro del Servicio Exterior Mexicano en París, Varsovia,
Budapest y Moscú”.
Tradujo a los grandes de la literatura europea, como a sus
favoritos: Tolstoi o Gogol, pero también fue ferviente admirador de la Familia
Burrón, de Gabriel Vargas, del trabajo de Carlos Monsiváis.
“Su obra se distingue por su ‘humor no mexicano’, también traído
de las tierras en donde hizo una intensa labor de difusión cultural de su país
del que, a pesar de la distancia, jamás se alejó.
En Desfile de Amor (1985) aparecen personajes muy divertidos de la
cultura fantástica de este país, al que observó desde dentro también”.
En su prolífica trayectoria de diversas
vertientes, sus ensayos, únicos por su originalidad narrativa, hablan sobre
literatura, pero se convierten en literatura en sí mismos.
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