Fueron identificados ayer los cuerpos de los cinco hombres encontrados desmembrados en la localidad Sabaneta, del municipio de Chacaltianguis, de donde eran originarios todos, confirmó la Fiscalía regional.
Se trata de Nicolás Acosta Jiménez, de 47 años de edad; Óscar Acosta Floriano, de 23; Domingo Reyes Reyes, de 58; Eliodoro Huerta Ureña, de 25, y Ricardo Avendaño Tenorio, todos vecinos de la localidad Sabanetas, en el municipio de Chacaltianguis.
Como se dio a conocer, los cuerpos desmembrados de estas cinco personas fueron hallados apilados y sus cabezas enfiladas la mañana del sábado en el punto ya mencionado.
Peritos forenses y agentes ministeriales con base en la zona sur del estado realizaron las diligencias correspondientes y llevaron los restos humanos al Servicio de Medicina Forense, donde fueron separados. En el lugar de los hechos también fue dejado un mensaje escrito en una cartulina donde se apreciaba una leyenda que hacía referencia a una amenaza y que firmaba un supuesto grupo delincuencial que se adjudicaba presencia en esa zona.
Entre los datos recabados por las autoridades locales, aparte de las identidades, también fue posible conocer que Óscar Acosta y Ricardo Avendaño eran campesinos, mientras que Domingo Reyes era albañil, y Heliodoro, vendedor de pan en la región, todas personas presuntamente sin vínculos con la delincuencia organizada ni antecedentes penales.
Se trata de Nicolás Acosta Jiménez, de 47 años de edad; Óscar Acosta Floriano, de 23; Domingo Reyes Reyes, de 58; Eliodoro Huerta Ureña, de 25, y Ricardo Avendaño Tenorio, todos vecinos de la localidad Sabanetas, en el municipio de Chacaltianguis.
Como se dio a conocer, los cuerpos desmembrados de estas cinco personas fueron hallados apilados y sus cabezas enfiladas la mañana del sábado en el punto ya mencionado.
Peritos forenses y agentes ministeriales con base en la zona sur del estado realizaron las diligencias correspondientes y llevaron los restos humanos al Servicio de Medicina Forense, donde fueron separados. En el lugar de los hechos también fue dejado un mensaje escrito en una cartulina donde se apreciaba una leyenda que hacía referencia a una amenaza y que firmaba un supuesto grupo delincuencial que se adjudicaba presencia en esa zona.
Entre los datos recabados por las autoridades locales, aparte de las identidades, también fue posible conocer que Óscar Acosta y Ricardo Avendaño eran campesinos, mientras que Domingo Reyes era albañil, y Heliodoro, vendedor de pan en la región, todas personas presuntamente sin vínculos con la delincuencia organizada ni antecedentes penales.
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